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Tener en los zapatos las ganas de marchar, tener en los ojos el deseo de mirar y quedarnos prisioneros de un mundo que solo nos deja soñar

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Noches

A veces una noche de insomnio puede ser terrible. No por el simple hecho de que quieras dormir y no puedas, que eso ya es una tortura lo suficientemente jodida, si no por esos momentos de bajon que casi todos tenemos alguna vez.
Esos momentos pasajeros, pero que se hacen eternos, en los que intentas buscar una razon por la que te encuentres triste, melancolico, sin ganas de nada, pero con ganas de todo al mismo tiempo. Esos momentos en los que sientes ganas de llorar pero no puedes, y que intentas buscar un motivo para justificar esas lagrimas, pero no puedes porque aparentemente no lo hay.
Esos momentos en los que ni la persona que mas quieres te saca del pozo porque no esta, en los que crees que nadie te comprende, en los que sientes que tu vida pasa por delante de ti y que no has hecho nada que merezca la pena.
Noches en las que te planteas desaparecer de la faz de la tierra por unos dias, pero sin saber donde ir. Instantes en los que te apetece liarte a puñetazos con todo lo que se te ponga por delante, pero a la vez no tienes fuerzas para mover un solo músculo de tu cuerpo.
Lo jodido de todo esto, es que uno se empeña en buscar una razon para esta perreta de niño pequeño. Uno le da tantas vueltas a la cabeza en este estado de tristeza , que acaba medio desquiciado entre unas cosas y otras.
Cuando te encuentras asi es dificil dar una explicacion a quien se interese por tu estado, porque cuando no sabes que te pasa, por mas que quisieras saberlo, es imposible encontrar un remedio.